Nadie construye un barco sin ayuda, ni mejora un barrio sin su gente. Nadie gana una carrera únicamente
con sus piernas. Ni cambia el mundo sin otras personas con un mismo sueño. Colaboramos porque es la
única forma que conocemos de construir un futuro más justo. Más humano. Colaboramos porque es nuestra
forma, en el siglo XXI, de construir comunidades más igualitarias, prósperas y sostenibles. Esa es
nuestra fuerza. No es músculo, sino vínculo.
En la era del individualismo,
¿no deberíamos colaborar más?
Gracias a la Asociación Down Araba, al proyecto de economía colaborativa Mendialdeko Ogia Koop, a la Banda Txiki E.M.M Luis Morondo de la Escuela Municipal de Barañain, al proyecto de integración social de jóvenes migrantes de SEI Elkartea, a Ametxe, proyecto de vivienda cooperativa, a la Lekitto Bedarra ortularien elkartea, ejemplo de implicación vecinal, a Albaola Itsas Kultur Faktoria comprometida con la recuperación del patrimonio marítimo vasco, y a Gogoa Mobility Robots por su participación en esta campaña en la que demuestran con sus proyectos el valor de Colaborar.
Somos un movimiento de 1.200.000 personas - socios, socias y clientes de LABORAL Kutxa- que creen en dejar un mundo mejor que el que recibimos.
Creemos que un banco tiene que ser una palanca de cambio social y que puede cambiar el mundo. Estamos al servicio de la sociedad. Y nuestro compromiso es transformarla a través de nuestra forma de hacer empresa.
Somos una cooperativa; un grupo de personas, socios y socias que creemos que nacimos para impulsar nuestro territorio.
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